Para seleccionar la caldera a utilizar inicialmente se debe definir el suministro de energía de que se dispone en la vivienda (gas natural, gas envasado o electricidad exclusivamente). También definir si la caldera solamente abastecerá la calefacción o bien será dual para abastecer también el consumo sanitario. Las calderas duales permanecen trabajando para la calefacción hasta que se prende una canilla cuando se corta la calefacción, calienta el agua de consumo para luego volver a trabajar en calefacción. Siempre la potencia a comprar deberá ser mayor de la requerida por el o los servicios a brindar por la caldera.
Las calderas tradicionales son calderas atmosféricas, tienen la cámara de combustión abierta y obtienen el aire para la combustión del mismo recinto donde están instaladas. Debido a su peligrosidad, estas calderas atmosféricas se dejaron de comercializar a partir de octubre del año 2010, ya que parte de los gases que se emitían en la combustión se quedaban en el aire de nuestros hogares (solo se utilizan en salas de maquinas exteriores y para instalaciones de alta temperatura – no piso radiante).
Las calderas tradicionales han sido sustituidas por las calderas con cámara estanca y tiraje forzado (son aquellas que la cámara de combustión está cerrada, es decir, el aire que necesita para la combustión lo coge del exterior y vierte los humos que se desprenden de la combustión también al exterior). Al no consumir el aire del mismo recinto donde está ubicada la caldera, hace que sean más seguras al no tener ningún tipo de contacto con los gases que proceden de la combustión.
Las calderas de condensación, también son calderas estancas con cámara cerrada, pero la ventaja es que reutilizan la energía generada por el vapor de agua en el proceso de combustión del gas. Es decir, consiguen aprovechar el calor que se escapa por la chimenea en las calderas tradicionales. Esto hace que ahorremos en el consumo de gas, al aumentar el rendimiento de la caldera (hasta un 35% de ahorro en el consumo de gas). Las calderas de condensación son la mejor opción cuando se busca un equipo altamente eficiente y con unas muy bajas emisiones contaminantes, ya que reducen las emisiones de CO2 con respecto a las calderas tradicionales, siendo muy respetuosas con el medio ambiente.